¿Como qué Bronca no?
No deja de ser llamativo que la bronca en RTVE tenga a Broncano como protagonista, aunque solo sea por la contradicción entre la trifulca y el apellido. No soy seguidor de su afamado programa, La Resistencia, ni tampoco me hace especial gracia el entrevistador. Para gustos los colores y los ‘choumanes’. En esencia, su éxito se sustentó en dos preguntas fijas a los invitados. Una cuánto follaba y otra cuánta pasta tenía en el banco.
Con independencia de las afinidades televisivas habrá que admitir que tampoco son cuestiones de gran profundidad, ni los creadores del espacio, a buen seguro, lo pretendían. No todo ha de ser intenso y hasta se agradece que así sea.
Otra cosa es debatir si una televisión pública debe acoger este paquete cerrado a costa, a buen seguro, de un pastizal sufragado mayormente con dinero público (muerta me he quedado cuando he leído que se habla de más de 40 millones de desembolso por tres temporadas).
Entiendo que esa era la cuestión de fondo. Nunca he pensado que una televisión pública tenga como objetivo competir con las privadas. Una opinión que no implica saturar la parrilla de documentales sobre el nazismo o de debates más aburridos que un ascensor sin espejo.
De hecho, cuentan, como dice Boyero para considerarse superior al vulgo, que en la tele pública hay hueco para el entretenimiento y que a veces hasta funciona.
Digo ‘cuentan’ porque no veo tele convencional casi desde el desbarre de Marisa Naranjo con las campanadas de Nochevieja ¿Quiere eso decir que ocupo mi tiempo en releer a Marcuse o en dármelas de cultureta? No señor.
Si antes era el campo al que no se le ponían puertas, ahora es a la tecnología. Si quieres ver algo que te interese de La Resistencia puedes hacerlo sin problema y sin que soltemos una pasta gansa por ver uno u otro logo en la esquina de la pantalla
Aprovecho estos tiempos de contenidos a la carta para ver lo que, a priori, me puede interesar incluidos muchos contenidos de RTVE Play que me parece una opción estupenda y en la que, francamente, no echaría de menos a Broncano.
Si antes era el campo al que no se le ponían puertas, ahora es a la tecnología. Si quieres ver algo que te interese de La Resistencia puedes hacerlo sin problema y sin que soltemos una pasta gansa por ver uno u otro logo en la esquina de la pantalla.
A la gente joven, el núcleo de los seguidores de La Resistencia, la televisión le parece ya un aparato tan o más desfasado que las fundas de ganchillo para el papel higiénico. Ven otras cosas y lo hacen en otros formatos.
Unos tiempos que no parecen los mejores para soltar dinero público para que un humorista, o lo que sea, se forre más aún de lo que ya está para competir con otro millonario y sus hormigas.
Que echen los pulsos que quieran, pero que no paguen las consumiciones a mi costa. No parece mucho pedir cuando se es tan generoso. Sobre todo con lo que no es tuyo.