29.11.2022.- Han pasado más de 40 años, pero esta mi memoria que cada vez juega más al escondite, me devuelve, como si delante le tuviera, a aquel Silvio Rodríguez que, hoy me entero, acaba de cumplir los 75 años. Fue un 31 de agosto de 1980 en el Paraninfo de Filosofía B de la Complutense. Silvio y Pablo. Se fue varias veces la luz durante el concierto, pero qué importaba. Nos habían iluminado tanto sus canciones que no verles importaba poco o nada al lado de no tenerles en eso que llaman, o llamamos con escasa imaginación, la banda sonora de nuestras vidas. Yo estaba enamorado —también de ellos, aunque en diferente grado y con muy distintas intenciones— y había comprado con el esfuerzo propio del chaval de barrio que era y nunca dejaré de ser, dos entradas por si ella me acompañaba.